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sábado, 9 de julio de 2016

Militares y consejos comunales controlan distribución de alimentos en San Félix y Cumaná


gnb moto
En junio, el hambre calentó las calles. Habitantes de Bolívar, Sucre y Delta Amacuro, cansados del desabastecimiento y las largas colas para comprar los productos de la cesta básica, tomaron las calles, protestaron, intentaron saquear locales y en algunos episodios, lograron apropiarse de alimentos de forma ilegal.

Para controlar el desborde popular, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) tuvieron que desplegarse. Ahora, varias semanas después, los funcionarios quedaron en los supermercados de Bolívar y controlan la distribución de alimentos, mientras que en Sucre y Delta Amacuro, los consejos comunales son los encargados de esta tarea, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).

“Ahora se mantiene un punto fijo de la guardia en Los Robles de San Félix, donde hubo varios intentos de saqueo y protestas por comida.  Lo que se aplica es que las cavas llegan al Destacamento de Seguridad Urbana en Moreno de Mendoza y de ahí se trasladan escoltadas por los funcionarios hacia donde se va a realizar la venta”, manifestó Pableysa Ostos, quien trabaja como periodista para el Correo del Caroní.

Agregó que la presencia de los militares también se ve en ciertos supermercados, como el Santo Tomé y el Atlántico Center.

Este control no garantiza que la comida llegue a todas las viviendas. Según Ostos, los habitantes deben recurrir a los bachaqueros o a sustitutos de los principales productos de la cesta básica. “Ahora en mi casa estamos sin harina de maíz, porque los bachaqueros cobran un paquete hasta en 3.000 bolívares. Los Clap no le venden a todo el mundo y lo que hacemos también es aprovechar entre un grupo de amigos, cuando nos llega la información de que alguien está vendiendo un bulto de comida. Lo pagamos entre todos y repartimos”, explicó Ostos

La discriminación para la distribución de los Clap es una denuncia que también abunda entre los cumanenses. El 14 de junio, los ciudadanos protestaron por la venta parcializada de la bolsa de comida a precios regulados y se registraron decenas de locales saqueados.

La GNB con el Comando Antiextorsión y Secuestro (Conas) detuvo a 427 personas en esos eventos, según cifras que maneja Foro Penal y tres semanas después, los militares colaboran en el control de las colas a las afueras de los establecimientos comerciales.

Así lo indicó José Rangel, habitante de la localidad: “nada desproporcionado producto de los saqueos, sino unos cuantos funcionarios que sirven para mantener el orden”, dijo.

Aseguró que las comunidades que denuncian la ausencia de las bolsas de los Clap son Campo Alegre, Caigüire, El Pui Pui, El Peñón y Puerto de la Madera, entre otros. Por esta razón, él ha tenido que viajar a Araya, a seis horas de Cumaná, para abastecer su alacena. Allí también fue saqueado un local del Gobierno el 29 de junio, en el que se almacenaban los combos subsidiados.

“Aquí todo está normal, la vida cotidiana sigue. Los funcionarios cuidando las colas como siempre y los consejos comunales y Unidades de Batalla Hugo Chávez encargados de la distribución de las bolsas de comida”, indicó Rangel.

Además de las fallas en la distribución de los Clap, los habitantes también denunciaron el sobreprecio con el que se venden. “Una bolsa, cuando mucho, te debe costar 1.200 bolívares, pero cuando vas a pagarlas te la ponen hasta en 3.500 bolívares”, aseguró una habitante quien no quiso ser identificada.

En Tucupita, estado Delta Amacuro, militares de la GNB estuvieron en el pueblo por 48 horas. En esa población el 30 de junio, se registraron saqueos y fueron detenidas 146 personas.

En el mes de junio, 1.723 personas fueron detenidas luego de expresar (pacífica o violentamente) su descontento con el hambre que ha arropado a sus familias por la escasez de alimentos.

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