No es posible que en pleno siglo XXI, a 205 años de habernos separado de la monarquía en busca de una república libre y democrática, observemos escenas intolerables y sádicas como las que presenciamos en Mérida el viernes 01 de los corrientes, en el que un grupo de seminaristas del Seminario San Buenaventura fueron no solo brutalmente agredidos física y verbalmente, sino vejados y expuestos al escarnio público desnudos. Es verdaderamente inaceptable y es un hecho que repudio como diputado de Mérida porque me duele como merideño y también como católico.
Lo que sucedió lo ha rechazado el país entero, sin excepciones ni siquiera religiosas. Son actos fascistas y comunistas, vandálicos y vergonzosos que reflejan una parte muy triste de la descomposición social que vive Venezuela y el evidente padecimiento de una degeneración crónica. Se trata de una persecución sádica; y yo me pregunto ¿cómo es posible que varios días después el gobernador ni el Defensor del Pueblo se hayan pronunciado? Son cómplices de este bochornoso y aberrado acto de perversión fascista.
Como diputado de los merideños responsabilizo directamente al Presidente Nicolás Maduro, al Gobernador Alexis Ramírez y a los ministros de Justicia y Defensa por esta agresión contra los seminaristas de Mérida. ¿Dónde está la FAN en situaciones como éstas? Recordemos el 12 de febrero como la fecha que unos cuantos seminaristas dieron la victoriosa batalla de La Victoria en 1814, es una incoherencia de este régimen de Maduro que demuestra su cinismo cuando agreden a los herederos directos de aquella gesta: los seminaristas del Seminario Menor de San Buenaventura de Mérida. Exijo a los órganos competentes a que hagan su trabajo de investigar los hechos y determinar la culpabilidad de los responsables por delitos de asociación para delinquir, exposición al escarnio público, agresión física y violación al derecho de libertad religiosa.
Finalmente, informo al país que esta agresión no se quedará en una denuncia, buscaremos desde la AN que se investiguen los hechos y vamos a informar a la Comunidad Internacional de este vandalismo extralimitado. Hago pública mi solidaridad con los seminaristas y con la Arquidiócesis de Mérida, a cuyo comunicado de rechazo me sumo, así como a las declaraciones de Monseñor Baltazar Porras Cardozo.
@WilliamsDavila
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