El control de la compra de alimentos básicos y la cercanía con el partido de Gobierno les otorga poder en sus comunidades. “Hoy estar en un Clap es mejor que pegar el triple. Controlar la comida en la escasez es la envidia de muchos por aquí”, señaló un habitante de Vargas
La Guaira.- Carmen Cecilia Moreno se desenvuelve con rapidez por los callejones de Montesano. Se conoce al dedillo el ámbito geográfico del consejo comunal del cual forma parte: Montesano Centro “B”, uno de los 32 consejos comunales de la Comuna Montesano, en la parroquia Carlos Soublette del estado Vargas.
Lo que también maneja con claridad son los números del censo: 308 familias que serán beneficiadas con la venta de bolsas de comida. En la primera entrega se usó la metodología casa por casa, ahora un representante de cada hogar deberá retirar y pagar su bolsa en el Mercal ubicado en la entrada de Mare Abajo en la avenida Soublette.
Moreno es una de las cuatro integrantes del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap) que funciona en el consejo comunal, lo que la ha convertido en una especie de estrella en su barrio.
Hasta quienes antes no la saludaban hoy le sonríen. Todos la llaman. Todos la detienen para hablar. Todos le reclaman. Todos necesitan los productos que vienen en la bolsa. Son 308 familias que quieren vencer la escasez y mitigar el hambre a través de la nueva figura creada por el Gobierno de Venezuela para distribuir alimentos, en un contexto de creciente desabastecimiento y baja producción nacional.
“El trabajo es duro, pero satisfactorio, sobre todo porque estamos logrando vencer la guerra económica. Aquí hay vecinos que pasaban hasta 20 horas en una cola, frente al Día a Día o en el Mercal, cuando la venta no era controlada. Ahora pueden esperar en su casa o ir un día fijo y saber que ese día van a traer algo a la casa”, cuenta Moreno.
A pesar que el objetivo de los Clap es minimizar las colas, aún la práctica se mantiene frente a los establecimientos de venta de comida.
Junto a Moreno otras tres personas conforman el Clap. A ella la designó el consejo comunal, a las otras tres las propuso el Frente Francisco de Miranda, la Unión Nacional de Mujeres (UnaMujer) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), este último a partir de los integrantes de las Unidades de Batalla Bolívar Chávez que funcionan en cada zona. La relación con la revolución es más que evidente para los miembros de cada Clap. Parece una condición obligatoria.
Los integrantes de cada instancia de abastecimiento y producción realizan su trabajo de manera gratuita. No reciben pagos oficiales, aunque según los vecinos de Montesano, siempre sobran 15 o 18 bolsas de comida, que quedan en manos de los Clap. “En momentos de escasez qué mejor recompensa que otra bolsa de comida. Hoy estar en un Clap es mejor que pegar el triple. Controlar la comida en la escasez es la envidia de muchos por aquí”, dice José Rosas.
Punto y círculo
De acuerdo con el registro oficial del Estado Mayor de la Alimentación en Vargas, 238 Clap han sido registrados en la entidad, lo que representa el 70% de los consejos comunales operativos. La estructura de estas instancias de poder cuenta con un organigrama riguroso y establecido.
“El Estado Mayor de Alimentación de Vargas tiene a su vez 11 estados mayores parroquiales, a esas instancias le rinde cuenta cada Clap. Los cuatro integrantes del Comité Local se apoyan en los ‘líderes de calle’”, un vocero seleccionado entre los vecinos que es el encargado de la distribución en esa zona, calle o cuadra y organiza la fecha y hora para la venta programada en Pdval o Mercal y vela porque todo se haga correctamente, explica Yelitza Bastardo, vocera del consejo comunal El Tanque en Punta de Mulatos en La Guaira, quien forma parte del Estado Mayor parroquial de Alimentación de La Guaira.
En la entidad, los Clap trabajan con dos modalidades: entrega de bolsas casa por casa o retirar los productos alimenticios en el Pdval o Mercal, bajo la modalidad denominada “Punto y círculo”.
“El punto es el Mercal o el Pdval y el círculo es la zona de acción que atiende en consejos comunales. Por ejemplo, en La Guaira hay 32 consejos comunales, en cada uno de ellos se encuentra conformado un Clap. De estos consejos comunales, 15 son atendidos en el Mercal del Casco Histórico en la avenida Soublette, 8 son atendidos en el Pdval del sector Guanape y 9 consejos son atendidos casa por casa. Adicional se refuerza con la venta de 1.500 bolsas a través de la Fundación Vargas Alimentos”, señala la vocera.
Otras de las competencias de los Clap, según Bastardo, es revisar casos de atención social. “Hay personas que no tienen ingresos para comprar bolsas y se exoneran del pago”.
Aunque poder tomar esas decisiones les otorga un nivel de decisión y superioridad sobre el resto de los vecinos, Bastardo lo desestima. “Los Clap son un mecanismo de igualdad. En la cola nunca sabías si llegabas a comprar, pero por ejemplo en El Tanque somos 656 familias y cuando llega la jornada casa por casa, las 656 familias tienen la seguridad que van a comprar”.
Sin embargo, esta igualdad tiende a minimizarse cuando el aspecto político se involucra, lo que se hace evidente en la menor cantidad de jornadas de venta en consejos comunales pro oposición.
“A los comprometidos con el proceso se les premia con pollo o carne en la bolsa; mientras en Montesano una familia va por la tercera bolsa comprada, en Pariata vamos por la primera porque el consejo comunal tiene opositores y no se ha podido conformar el Clap”, lamenta Arelys Rincón, vecina del callejón La Estrella. Todo, pese a que la necesidad de alimentos no distingue credos políticos.
Familias acuden por hora a los Pdval o Mercal en Vargas, todos bajo control de los Clap.
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